Existen una gran cantidad de obeliscos alrededor de todo el mundo, antiguos y nuevos, estas colosales construcciones verticales anteriormente se erigían para adorar dioses en Egipto, Karnak era un lugar importante donde se encontraban el mayor número de obeliscos (Menhires Neolíticos).
Si recorremos los lugares donde existen estos monumentos nos podemos dar cuenta que están ubicados en lugares importantes, algunos están sobre las líneas de Hartmann de esta manera captan energía directamente de la tierra, inclusive se dice que recolectan energía vital de las personas, lo que directamente nos lleva la proyecto Nikola Tesla y la red de energía inalámbrica.
El día de hoy hablaremos del Obelisco de Constantino de Estambul (es la ciudad más grande de Turquía y una de las mayores ciudades de Europa, la mayoría de su población es de confesión musulmana), al sur del Hipódromo de Constantinopla, en ese lugar destacan tres monumentos que permanecen desde el Imperio Bizantino el primero es la columna serpentina, el obelisco de Teodosio y el Obelisco de Constantino.
La plaza donde esta erigido se llama Sultanahmet muy cerca a la Mezquita Azul y al Museo del Arte turco e islámico y constituye uno de los pocos recuerdos que quedan del circuito de carreras que fue la principal actividad de ocio durante siglos.
Antiguamente, se conocía como el Coloso, porque una inscripción en su base comparaba el monumento con el Coloso de Rodas, esta mención hace referencia a que el monumento fue restaurado y cubierto de bronce por el emperador Constantino VII Porphyrogenitus, en honor a su abuelo.
Mientras transcurría la cuarta cruzada, saquearon las placas de cobre que recubría el obelisco, durante la toma de Constantinopla muchos obeliscos y monumentos fueron destruidos, afortunadamente aún sigue en pie este pilar.
Durante más de mil años, Constantinopla fue la capital del Imperio Bizantino, y, debido a su estratégica posición de punto de encuentro de las rutas comerciales, fue la ciudad más grande y rica de toda Europa, ciudad bastante interesante para cualquier conquistador de ahí que llegaran los Otomanos.
Sin duda estas enigmáticas y fascinantes construcciones nos llevan a pasear por la historia, la ciencia el arte, dejándonos testimonio del conocimiento a través mundo antiguo.
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