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Llamado de Estrasburgo. Enero de 1961.

Actualizado: 18 oct 2023

El nacimiento del Llamamiento de Estrasburgo es, en pocas palabras, el reconocimiento de la autentica cadena mundial masónica, sin distinción de aspectos individuales psicosociales. Una vez mencionado esto, es menester explicar él porqué y razón profunda de dicho postulado.


Si fuera Marx y Engels quién respondiera por este contexto, la frase sería la siguiente: “un fantasma recorre el mundo. El fantasma de la opulencia y de la brecha masónica”.

¿A qué viene esta reflexión? Hay que entender algo, las instituciones las crean y forman seres humanos, y como tal, estas tienen sus avenencias y discordias; sus virtudes y sus defectos. Cada día que pasa, se vuelven más complejas, ya que día a día la sociedad misma se hace mas compleja.


Una institución funciona para darle representación a la sociedad, y como tal, busca, desde su punto de vista, el beneficio hacia la sociedad misma. Sin embargo, no todas las ocaciones se logra dicho ideal; hay veces, en su mayoría, en el que las instituciones también se tergiversan y provocan rupturas, choques y hasta guerras, aquí retomo mi comentario inicial, son hechas por seres humanos.


Dicho esto, hay que comprender, en primera instancia, que si las instituciones están conformadas por seres humanos, estas son entes vivos, que son susceptibles a sufrir cambios dependiendo de la moral del grupo que tome las riendas de dicha institución.


¿Qué pasaría si, por ejemplo, estuviéramos en una nave espacial y esta fuera dirigida por un grupo de robots dotados de inteligencia superior?


Quien haya leído a Asimov, puede notar que, el carácter de la institución se dirige conforme a los valores, impulsos y moral del sector dominante, y por tal motivo, la dinámica social será el resultado de dicha toma de desiciones. La responsabilidad primaria siempre recae en primera instancia sobre este grupo o persona en el poder.


Así explica Karl Marx y Friedrich Engels en su Manifiesto Comunista: sólo hay un grupo dominante quien se adjudica el control total tanto de los medios de producción como de la propiedad privada. Por tal motivo debía de hacerse algo, pues de otra manera, tendríamos que resistir la depredadora embestida del capitalismo y de la burguesía tal cual.

Dicho lo anterior, hay que mencionar que mas allá del romanticismo que se le pueda atribuir individualmente sobre la masonería, es fundamental comprender que el uso y defensa de un solo estilo masónico implica ir en contra del mismo objetivo masónico, Libre pensamiento, igualdad de oportunidades, amor fraternal.


En este sentido la aplicabilidad del librepensamiento es, tal vez, donde somos más conocidos, ya que desde la Revolución Francesa la masonería se ha relacionado con cuestiones meramente políticas por conducir la primera revolución en contra de la Burguesía, gracias a la Logia Simbólica "Les Neuf Soers" dónde participaron hermanos de la talla de La Fayette, Robespierre y Dantón, connotados revolucionarios, por tal motivo, el condenar la diversidad de formas, métodos y sistemas es ir en contra de los cimientos de nuestra institución y remar en búsqueda de beneficios individuales de un grupo aburguesado que busca, contradictoriamente, preservar su estatus.


Esta advertencia va mas allá de los postulados de propiedad privada y de los medios de producción. La dinámica social, qué identificó y explicó atinadamente Marx y Engels, provocaría que el capitalismo y la burguesía apareciese en la escena privada del ser humano mismo.


Es decir: tanto la moral, la ética, la dinámica y configuración de una sociedad, puede verse afectada cuando dichos valores son aceptados, aunque no se quiera, aunque se adoctrine, y, por tal motivo, abriría brechas levantando muros entre los seres humanos y propiamente entre las logias.


Los acontecimientos de Segunda Guerra Mundial en Europa, sigue actualmente conmocionando al mundo pues con ella llegaron cambios geopolíticos interesantes de analizar. Algunas naciones se hacen más poderosas, y quienes ya lo eran, se hacen aun mas. Tan así, que se están modificando a conveniencia la ética y la moral de las sociedades occidentales.


¡Qué hay una nueva guerra entre las potencias y la URSS!

Pues hay que aguantar lo más que se pueda.


¡Que E.U.A. tiene mayor influencia tanto cultural como económica y política y social!

No hay de otra.


¡Que algunos países han sido conquistados por intereses egoístas de gobiernos imperialistas!

Guardar silencio, mejor no digas nada, limpia tus huellas y mantente a salvo.


La verdad va mas allá de la opinión de un sector determinado y esta es la finalidad última de la masonería. La verdad científica y filosófica, con todas sus implicaciones, sin importar a qué nos debamos enfrentar, sin importar qué tabúes tengamos que derribar.

En esta década, sobre todo, hay una actitud muy remarcada que en otras décadas postrimeras del siglo XX, a saber: la contracultura en el arte, la política y en la vida social. Y es porque, como se viene diciendo, aquellas grandes potencias seguían sin entender, aun así pasando por los estragos de la Segunda Guerra Mundial, que es mejor que el ser humano viva en fraternidad, armonía y unión, que en discordia. Se construye de mejor forma la sociedad de esa manera.


Todo ese movimiento contracultural responde al ideal: las sociedades influyentes están provocando más estragos y problemas que soluciones. Por tal motivo, se abren brechas enormes entre personas y sociedades.


Lo mismo pasa en la masonería, que, siguiendo esta línea, no queda exenta, pues a final de cuentas, la hacen y la conforman personas y sociedades. Sin embargo, hay algunos grupos quienes se creen mejor que otros. Finalmente, así son las instituciones profanas.


El punto donde la masonería sale de sus cuartos azules es aquel donde intenta contestar esas dudas que la realidad le deja, esos oscurantismos disfrazados de sofismas que no hacen otra cosa que extraviar la razón y la vida del hombre.


Diría Rousseau en su Discurso entre la desigualdad entre los hombres: "el origen de la desigualdad entre los seres humanos se dio cuando alguien le creyó al que se adjudicó un pedazo de tierra y proclamó “esto es mío”.

El nacimiento del Llamamiento de Estrasburgo es eso: alguien que ya no le creyó a quien se adjudicó ese pedazo de tierra, pues vio que la tierra es de todos, y que por tal motivo, dicho pedazo de tierra puede ser utilizado en beneficio de todos y para todos. Una libertad, tanto de conciencia como bajo de otros yugos, propuso el nacimiento de CLIPSAS en enero de 1961.


El Centro de Comunicación e Información de las Potencias Firmantes del Llamado de Estrasburgo, CLIPSAS, por sus siglas en francés, Centre de liaison et d’information des puissances maçonniques signataires de l’appel de Strasbourg, es una organización internacional de jurisdicciones soberanas francmasónicas, miembro con carácter especial consultivo del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y es la única organización internacional francmasónica que hace aportaciones en materia de derechos Humanos, igualdad de género, libertad de conciencia y laicismo en el máximo escenario de la política internacional.


CLIPSAS es una soberanía en la que se busca unión, y no se descartara a nadie.

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